Prueba de anverso de un billete de 50 Pesetas fechado el 9 de Enero de 1940, fecha en la que fue emitida la serie completa de Cartevalori de 1940. (Edifil 2023: No catálogado, Filabo: No catálogado). Extraordinariamente raro, única prueba conocida con este diseño, que fue deshechado por el billete de Menéndez Pidal. SC-.
50 PTS 1940 TIRSO DE MOLINA
El final de la Guerra Civil conllevó un largo proceso de regularización de las economías que hasta ese momento habían estado enfrentadas. La Ley de Desbloqueo coincidió en el tiempo con una época en la que la FNMT no estaba todavía organizada ni preparada del todo para producir billetes. Apenas dos meses antes del fin de la guerra, el bando franquista había puesto en circulación la emisión de 1938 fabricada por Giesecke & Devrient. Los billetes divisionarios de 1938 llevaban menos de un año en manos del público.
En ese contexto el Banco de España tomó la determinación de cambiar las emisiones en cuanto se pudiera. Es posible que fuera por falsificaciones de cien pesetas o por la leyenda de las pesetas nazis en billetes de mil. Quizá fuera porque querían separar el monetario de la guerra y crear uno nuevo con el que empezar el nuevo régimen. En cualquier caso, se acordó compensar a Cartevalori con una emisión formal de billetes bancarios que llevaría la fecha de 9 de Enero de 1940.
En paralelo se buscó la creación de una imprenta en suelo español, la entrega de las ofertas debía llegar antes del 10 de Febrero de ese mismo año. El contrato fue ganado por Ildefonso Fierro a finales de 1940 a la vez que la FNMT obtenía su primer pedido en Octubre. La FNMT contaba por entonces con pocos medios y falta de materias primas. Fierro adquirió mucha maquinaria nueva del extranjero, pero los cambios legislativos de Junio de 1941 echaron al traste las aspiraciones de su Goya Grabados. No sería hasta 1945 cuando se produjo su adquisición por la FNMT. En ese ínterin, la Fábrica de la Moneda produjo algunos billetes, principalmente divisionarios. Con todo este embrollo quedó claro que el movimiento de otorgar el contrato a Cartevalori había sido una jugada estratégica. En 1943 se pusieron en circulación los billetes de los italianos, mientras la FNMT seguía peleándose en conseguir un suministro de papel suficiente y constante para producir los suyos.
Los italianos presentaron varios proyectos, entre los cuales se encontraba este ejemplar de 50 pesetas con el retrato de Tirso de Molina basado en un óleo que se encuentra actualmente en la Colección Histórico-Artística de la Biblioteca Nacional de España. Estilísticamente este boceto, presentado ya en una concepción muy completa, encaja mejor con lo que finalmente se entregó para 25, 100, 500 y 1000 pesetas.
Por algún motivo que desconocemos se descartó. Podemos elucubrar muchas cosas, pero no tenemos documentación al respecto. En todo caso esta prueba, en lila y gris, es una pieza extraordinaria y única que documenta las decisiones, a veces inescrutables, que llevaron a la producción de ciertos billetes y no otros.
Agradecemos a Jose Antonio Castellanos Vargas su colaboración en la contextualización histórica de esta extraordinaria e histórica pieza de la notafilia española.